Las Constelaciones son conjuntos de estrellas que han sido agrupadas por
personas quienes al observar el cielo quisieron exaltar en él a sus ancestros, dioses
y leyendas. Pero en realidad las constelaciones no son reales de estrellas, ya
que en una misma constelación sus componentes aunque parecen estar cercanos, en
realidad pueden estar alejados unos de otros por millones de años luz.
La principal utilidad de las constelaciones es la de servir para
ubicar los objetos en el cielo. Sus estrellas se nombran bien sea por su
magnitud (Alfa, Beta, Gamma, etc) o por alguna clasificación numérica.
Las constelaciones clásicas son las más antiguas y pertenecen en su mayoría
al hemisferio norte debido a que era la parte del cielo observable desde Europa
y el cercano oriente y es muy probable que las primeras constelaciones hayan
sido utilizadas como guías para la orientación nocturna de viajeros marinos y
terrestres. Las primeras 48 constelaciones fueron catalogadas por Claudio Tolomeo
en el Siglo II en el Almagesto. El mundo occidental por haber tenido la fuerte
influencia de de las culturas griega, romana y árabe ha mantenido estas
antiguas figuras hasta nuestros días. Se debe recordar sin embargo, que las
culturas precolombinas en América así como las antiguas culturas orientales
tenían sus propias constelaciones de acuerdo a sus vivencias y necesidades.
Entre los años 1600 y 1800, en la época de conquista del nuevo mundo y los viajes al hemisferio sur se describieron las constelaciones "modernas". Las regiones alrededor del polo sur fueron pobladas de constelaciones por varios astrónomos: En el año de 1930 la UAI adoptó 38 de las constelaciones modernas y dibujó los limites rectangulares de las 88 existentes.
Muchas constelaciones contienen dentro de su forma agrupaciones que se describen independientemente -y en muchos casos son más fácilmente reconocidas que la propia constelación-, a estos "subgrupos" se les denomina asterismos. Dentro de los más reconocidos están el Cucharón de la Osa Mayor o la Tetera de Sagitario.
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